Manhattan de Chile

| jueves, 1 de marzo de 2007
Anoche fui al Manhattan. Es un local ubicado en una galería entre las calles Huérfanos y Amunátegui, en pleno centro de Santiago de Chile.
De día funciona como restaurante de autoservicio y de noche es un pub con espectáculo. Como era día miércoles, correspondía el show sólo para ellos con bailarinas en escena. La entrada me costó $1.000 sin derecho a consumo. En el interior pedí una cerveza por una valor de $1.500, con las tres bellezas que había en la barra no me podía negar.
La mayoría de los parroquianos son jóvenes oficinistas que aprovechan un tiempo de esparcimiento a la salida del trabajo.
El show empezó cerca de las 9:30 y duró alrededor de dos horas. Los aullidos del público se dejaban sentir para cada una de las bailarinas, ya que cada presentación terminaba con un desnudo total.
Desfilaron cinco bailarinas con intermedios entre cada una: La Enfermera, la Azafata, la Vikinga, la Masoquista y Superniña. El plato de fondo, pasadas las once de la noche, era una fantasía lésbica entre dos bailarinas. A esa altura la mitad del público se había ido.
Terminado el show, casi a las doce de la noche, regresé a mi casa, feliz de disfrutar de este espectáculo, pues había tenido un pésimo día.